Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
A algunos que dudan convencedlos.
A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aún la ropa contaminada por su carne.
S. Judas: 17